EN TIEMPO DE HACKERS

El pasado día 26 de Marzo, los medios de comunicación de la República Dominicana, publicaban la noticia de haber capturado a los hackers dominicanos, afiliados a la red internacional de hacker Anonymous.
La fiscalía, presento pruebas a cuatro adultos Víctor David Cornielle Jiménez, Jean Carlos Rafael Acosta Leonardo,  Robert Delgado Reynoso y Alvin Ismael Núñez y dos jóvenes cuyos nombres son omitidos, acusados por la Fiscalía del Distrito Nacional, de haber hackeado las páginas de la DGII, de la Presidencia y  del Ministerio de Educación causándole pérdidas millonarias, tras señalar que con relación de la DGII los pagos se atrasaron en esa institución.
Esta noticia no dejaba de causar sorpresas debido a que la República Dominicana, país subdesarrollado y tercermundista, con un bajo nivel en su educación, en donde actualmente se libra una feroz batalla por el 4%, donde además del presupuesto asignado por el congreso en el 2011, se dejó de entregar una partida de 6,788.00 millones, incumpliendo con la ley.

Una sociedad, en donde los sectores productivos de la nación se quejan del bajo nivel de especialización de la mano de obra dominicana y de los pocos avances tecnológicos, que impiden un mejor aprovechamiento de las ventajas que ofrece tener un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Norteamérica, no deja de ser sorprendente en un país que presenta un cuadro tan poco prometedor, que pudieran surgir estos cerebritos y/o hackers dominicanos. Estos jóvenes lograron violentar todos los accesos de seguridad de estas instituciones, pulverizando las diferentes estrategias de seguridad implementadas durante años por profesionales especializados en las áreas de redes y seguridad de informática, poniendo de manifiesto las debilidades de dichos sistemas y brindándoles una oportunidad de oro a sus diferentes gerentes y encargados a tomar medidas para actualizarlos y mejorarlos.

Toda violación merece un castigo, una sanción, como establece la Ley No. 53-07 sobre Crímenes y Delitos de Alta Tecnología, ahora bien, no es que quiera justificar sus acciones, pero pienso que hubiese sido mejor aprovechar la capacidad innovación de estos jóvenes y adultos brillantes en sus acciones y aprovechar sus habilidades, además de someterlos a la justicia e investigarlos sobre el móvil que los impulso a cometer semejantes delitos penados por ley...

...¿Fue un desafío a sí mismos?, ¿Tenían intenciones premeditadas y con alevosía de hacer daño? ¿Respondían estos a instrucciones de terceros?, ¿Existía alguien más detrás de sus acciones?

Perseguían además, dañar propiedad privada, robar información o simplemente sabotear dichos sistemas como protesta a un sistema fallido, excluyente que se sustenta en el tráfico de influencias, extorsión, compra de conciencia y manipulación mediática como expresan en un video subido por estos jóvenes a Youtube, en el cual expresan que no permitirán que el gobierno y sus funcionarios continúan haciendo mal uso del dinero del pueblo.

Pienso que estos jóvenes pueden ser reorientados por mejores caminos en nuestra sociedad y utilizar sus habilidades y destrezas en actividades de provecho para la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, Richard Matthew Stallman (nacido en Manhattan, Nueva York, 16 de marzo de 1953), con frecuencia abreviado como "rms", es un programador estadounidense y fundador del movimiento por el software libre en el mundo, el cual en 1971, siendo estudiante de primer año de Física en la Universidad Harvard, Stallman se convirtió en un hacker del Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Este dejo de ser Hacker y el 27 de septiembre de 1983, anunciando en varios grupos de noticias de Usenet el inicio del proyecto GNU que perseguía crear un sistema operativo completamente libre. De ahí nació Linux.

Además los hackers han servido de inspiración a películas tales como take down, the matrix, sneakers.

Finalmente, espero que aprovechemos esta oportunidad para empezar a actuar como un país moderno, que se encamina realmente y con pasos firmes a echar a un  lado la mentalidad de subdesarrollo que nos caracteriza y convertirnos en una sociedad más pluralista y menos excluyente.

10.09 p.m.
13 abril del 2012.
Llury Morales

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