VIOLENCIA Y FALTA DE LIDERAZGO

VIOLENCIA Y FALTA DE LIDERAZGO

Muy deprimente el acto bochornoso, violento y anarquista escenificado por miembros del Colegio de Abogados de la República Dominicana, debido a las luchas grupales de quienes aspiran a formar parte de la Comisión Organizadora de las elecciones de ese gremio. Es frustrante ver el ejemplo que nos dieron estos “ilustres profesionales” a los estudiantes de Derecho y a toda la sociedad en general.

Estos hechos tan lamentables deben servirnos de ejemplo y motivarnos a ser parte de un nuevo tipo de profesional del Derecho, que trabaje en aras de la creación de una nueva sociedad dominada por la justicia y la razón. Es importante entender además, que es impostergable la creación de una nueva sociedad basada en valores, donde la honestidad, la solidaridad, el sacrificio y el patriotismo sean algunas de las normas que rijan nuestro diario vivir.

La sociedad dominicana está cansada de tanta demagogia, abusos, violencia y engaños por parte de aquellos que en algún momento consideramos nuestros líderes y referentes morales. Debemos recordarles a estos profesionales violentos del derecho, que no vivimos en la edad de piedra donde los conflictos eran dirimidos a puros golpes en un régimen donde imperaba la ley del más fuerte. La República Dominicana goza de un Estado de derecho basado en sistema de normas, leyes y principios que componen todo lo que es el andamiaje jurídico de la nación.

Espectáculos como el acontecido en el Colegio Dominicano de Abogados, fortalecen cada día la hipótesis de que la JUSTICIA DOMINICANA está de capa caída. La manipulación, el sectarismo, las luchas partidarias de grupos que conspiran utilizando todo tipo de artimañas por hacerse del control de la Justicia, desprestigian su independencia y convierten la profesión del derecho en un simple instrumento para el enriquecimiento y el abuso de poder.

Cabe destacar que todo este desprestigio está motivado por decisiones judiciales que debieron haber servido de modelo a la sociedad dominicana y que se convirtieron en espectáculos de mal gusto protagonizados por abogados del derecho que entienden que vociferando y armando alharacas demuestran que están del lado del poder y que esto les garantizaría un puesto seguro al lado del jefe como en los tiempos del tirano.

Es tiempo de ponerle un alto a la violencia y el desorden institucional que vive el país. Ahora, es el mejor momento para que los buenos y verdaderos dominicanos salgamos al frente de tan mayúsculo desorden y dejemos de ser víctimas de las maquinaciones de los demagogos de la patria y empecemos a jugar un rol mucho mas protagónico y decisivo. Los jóvenes no podemos seguir permitiendo que aquellos líderes que pertenecen a otra generación y que ya jugaron un rol importante en la vida social dominicana, continúen manipulando a una sociedad compuesta mayormente por jóvenes que viven en medio de una revolución tecnológica sin precedentes en la humanidad y que está dominada por la sociedad de la información.

Los jóvenes diariamente tienen que lidiar con un sistema concebido muy hábilmente para ponerles trabas a los jóvenes, tales como limitaciones en el límite de edad para darte un empleo (35 años); condición financiera sana de tu historial crediticio (buro de créditos), los cuales son consultados por las empresas antes de emplear a los candidatos, incidiendo en sus tomas de decisiones y convirtiéndose en un muro de contención insalvable para la obtención de empleo, al imposibilitar al candidato a producir recursos para mejorar su estatus, cerrándole las puertas a miles de jóvenes dominicanos que intentan desesperadamente por encontrar una fórmula mágica para salir de la pobreza.



El mayor cambio de paradigma que tenemos por delante los jóvenes líderes en la República Dominicana, es aplicar una reingeniería al liderazgo actual, para que de esta manera pueda surgir liderazgo nuevo, el cual pueda asumir un rol protagónico, reinventando, actualizando y transformando nuestro país en una mejor sociedad, más justa y con una mejor redistribución de las riquezas.


Estos jóvenes líderes deberán trabajar en la elaboración de los cimientos que sirvan de base a las futuras generaciones, desarrollando un verdadero plan de nación que no sea modificado cada 4 años y que además, terminen con la vieja práctica del liderazgo tradicional, que solo ha servido para heredarnos en 169 años de vida constitucional, una sociedad endeudada, inmoral, desordenada, sin ninguna ética, corrupta y que nos llevan a la velocidad de la luz hacia una sociedad completamente fallida. 


Publicado en el periódico Digital Dominicanoshoy.com / 22 de Octubre del 2013

Autor: Ing. Llury Roberto Morales
Ingeniero en Sistemas. Actualmente Estudiante de Derecho y Ciencias Políticas UASD.
Secretario de Organización del Movimiento Estudiantil JUPANA (UASD)
Tweeter: @llurymorales / Facebook: Robert Michael Rivera

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