Inhumana
manera de realizar un desalojo propio de épocas superadas hace siglos por la
humanidad, claro, sin pasar por alto los derechos de los legítimos propietarios,
pero cuyos ocupantes de estos terrenos son solo víctimas de un sistema corrupto
y desigual que no les da respuesta a sus necesidades y derechos fundamentales.
La
justicia civil junto a la justicia divina cómplices de un sistema podrido que
legisla y crea leyes para perjudicar a su propio pueblo y que solo beneficia a
unos pocos. Leyes que permiten un aparataje desproporcionado de maquinarias
pesadas y uso excesivo de la fuerza pública por parte de un sistema que incentiva
a diario acciones desleneables y que desprotege a los más necesitados que son
las mayorías, protegiendo a unos pocos que se creen dueños de todo e intocables
para la justicia.
La falta
de líderes comprometidos con los más pobres, con los que no tienen nada, han
creado un poderoso sistema clientelar, corrupto, traidor, antipatriotas, que no
aman para nada a su patria, y que promueven e incentivan la pérdida de valores
que son la base que sustentan su vigencia y permanencia en el poder.
A diario
vemos como hechos inmorales que suceden a diario y que no reciben sanción
alguna alimentan la desesperanza y la falta de credibilidad en sus autoridades,
por parte de un pueblo que solo aspira a vivir en paz y con calidad de vida. He
ahí la razón de ser del surgimiento de gobiernos progresistas de la región y
del mundo, después no nos quejemos, “el
cambio es como la noche mientras más oscura, más cerca está el amanecer”.
#RobertoMorales
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